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jueves, 20 de febrero de 2014

Cumbres presidenciales

¿De que hablarán los presidentes de los países cuando están a solas?  Hay una "cumbre" de presidentes en la ciudad de Toluca, y debido a eso Toluca no se parece a Toluca. No hay gente en las calles, está prohibído transitar libremente, militares y policías vigilan las calles y todo lo que se mueva en ellas, hasta los pájaros y los perros saben que es mejor no salir. ¿De que se tratan realmente esas "cumbres" presidenciales?¿A que le temen? Qué desdicha más grande debe ser que no puedan caminar como la gente normal por las calles. Hoy la ciudad está mas limpia que nunca, en la televisión nos quieren convencer que debemos estar orgullos de que el presidente de Estados Unidos se tomó la molestia de viajar a México. ¿Viajar a México? Si alguna vez se atreviera a conocer México y la gente de sus calles como cualquier mortal quedaría encantado y a la vez horrorizado con tanta cosa que sucede en cualquier ciudad de este país, abriría los ojos al ver el desastre económico en en que vive la mayoría de la gente y que, por esa situación muchos se ven obligados a buscar oportunidades de trabajo en su "poderosa" nación. 

¿Sobre qué hablarán los presidentes? Me pregunto con curiosidad. Tan alejados de sus pueblos. ¿Sabrán que hay gente que vive o muere a consecuencia de las decisiones que toman?. Hoy es Toluca, mañana es cualquier lugar, a los presidentes les encantan sus "cumbres", tomarse fotos, declamar discursos escritos por otros, prometer cualquier cosa, sonreír todo el tiempo.

De chico pensaba que el mejor trabajo que podría existir en el mundo era la de ser presidente, ahora creo que hay que tener (salvo poquisísimas excepciones) muy pocos escrúpulos para serlo.
En muchas partes del mundo ciudades enteras están ardiendo, y México no es la excepción, y pienso: ¿Hay motivos para que los presidentes sonrían tanto? ¿Estarán felices de verse o se estan burlando de nosotros? Puedo pensar e imaginar cualquier cosa al ver en la tele sus movimientos estudiados, al escucharlos prometer crecimiento y desarrollo, palabras y más palabras, sonrisas y más sonrisas.

¿De qué hablarán los presidentes cuando están a solas lejos de las cámaras? Sabrán de aquel que se suicidó por no poder pagar su hipoteca?¿ De aquel que murió de sed en el desierto al tratar de cruzar la frontera?¿Sabrán gente cada vez trabaja más y gana menos? ¿Lo sabrán? Quién sabe, por el momento eso no importa, lo realmente importante es salir bien en la foto y llegar a "acuerdos" para poder seguir gobernando por y para el bien de sus pueblos, mientras la gente los observa por el televisor prisionera en sus casas.

martes, 18 de febrero de 2014

Encuentro espontáneo.

No puedo negar que estaba nervioso, hacía mucho tiempo que no la veía, bueno, que no la veía físicamente, porque muchas veces la recuerdo. Hoy no lo tenía planeado, pero  la he visto de nuevo. Parada ahí, escribiéndome un mensaje de texto porque no sabía donde me encontraba, y yo del otro lado de la acera haciendo señas, acercándome y diciéndole: No escribas más, aquí estoy.
Sus enormes ojos me miraron y brillaron (o eso me pareció) y nos saludamos dándonos un beso en la mejilla y abrazándonos, hermosa como siempre. Hablamos un par de minutos, puras generalidades. ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido? ¿Mucha tarea?¿Todo bien en casa? Yo estaba de paso, tenía cosas que hacer y además no estaba solo, la realidad es que pase por ahí por cuestiones de trabajo, si, del trabajo donde la conocí y donde nuestra historia nació y murió.
Hoy la he vuelto a ver, después de actos inexplicables y desencuentros absurdos, hoy, en una mañana calurosa de febrero volví a ver  sus ojos y sonreirle y charlar un poquito, como la primera vez que pase por ella en el mismo lugar para invitarla a desayunar.
Hoy la he vuelto a ver y nada pasó, el mundo siguió girando y los árboles siguieron mudos, ella sigue siendo hermosa y brillante,y yo ya no soy el mismo de aquel tiempo, así que tuve que abrazarla tres veces antes de despedirme y darme la vuelta para no volver a verla hasta dios sabe cuando...

lunes, 17 de febrero de 2014

El próximo tren...

Se encuentra parado justo en medio de la línea amarilla y el vacío donde están las vías por donde pasa el tren. Mueve los pies nerviosamente, lo devora la ansiedad pero se contiene, cruza miradas con una linda chica que esta parada al lado suyo, llega el tren, ella lo aborda, nunca más volverá a verla. Los minutos transcurren, sigue ahí sin moverse, estoico,observa cómo llegan y se van trenes, baja y sube gente, nada lo mueve. Escucha una y otra vez a través de sus audífonos la canción "lo que doy" de los Ratones Paranoicos, "ese solo de guitarra vale toda una vida" piensa al momento que aprieta el botón de "rewind" y repite la canción una y otra vez. Comienza a cantar bajito, algunos lo escuchan y lo miran de reojo, luce como un tipo normal, nada peligroso, el tipo promedio incapaz de hacerle daño a nadie. Después de un rato más se acerca el policía de la estación y le pregunta: ¿Está usted bien?-Claro, no tengo ningún problema. -¿Espera a alguien?- Estoy esperando algo o a alguien, lo que llegue primero. ¿Cómo es eso? preguntó el obtuso oficial. O se espera algo, o se espera a alguien.- ¿Quién dice eso? responde irritado, no todo llega en el orden que se supone debería llegar, no creo estar cometiendo un delito parado aquí, de lo único que tengo certeza es que todo, lo que sea incluyendo algo o alguien se termina, nada es eterno. -Está usted loco, lo estaré observando, cuidado con lo que hace. -Seguro que me observarás y jamás olvidarás lo que voy a hacer. -¿Qué? ¿De que habla? Si, usted esta loco, le dijo mientras se alejaba a su cabina de vigilancia.

La tarde se hacía noche, seguía sin moverse escuchando la misma canción, por lapsos cerraba los ojos y revivía ese momento en que fue abandonado por la mujer de su vida llevándose a sus dos hijos, dejándolo en el total abandono mientras él, aferrado a su botella de whisky se sentía incapaz de luchar por lo único que valía la pena en su vida.

Los trenes continúan llegando,la rutina no cambia, el policía no lo pierde de vista, pocos se dan cuenta de su presencia, observa a las personas que están esperando el próximo tren: a la mujer hermosa, al anciano cansado de caminar, al vagabundo, al joven estudiante con esperanza en el futuro,a la pareja de enamorados que creen que se amarán por siempre, al hombre tomando por costumbre la mano de su mujer, a la niña con su madre, todos esperan, van a algún lugar, tienen un destino, tienen  vida...

Se escucha el ruido del tren que se aproxima, las vías crujen, las luces alumbran la estación, el policía se pone de pie, sube el volumen de la música, por fin se mueve, aprieta los dientes y los puños, el momento ha llegado, todo un día de de espera, cierra lo ojos para recordar por última vez, llega el tren y salta al vacío.....


miércoles, 12 de febrero de 2014

Día de San Valentín.

Era casi media noche y en el vagón del tren no había nadie más que ellos dos. Él, sentado en el asiento reservado para ancianos y mujeres embarazadas, ella sentada en el asiento lateral, sus rodillas chocaban cuando el tren frenaba.. Ella vestía un traje sastre color rosa, falda a la rodilla, medias, estaba a la mitad de sus cincuenta pero tenía cierto atractivo, iba rumbo a su casa después de salir tarde de trabajar. Él era mucho más joven, quizá al principio de sus treintas, barba cerrada, cabello despeinado, jeans, tenis y una camiseta negra de alguna banda de rock, su aliento alcohólico delataba que venía de cualquier lado menos de trabajar. Pasaron tres estaciones, nadie subía, era una noche cerrada sin luna ni estrellas, el vaivén del tren la adormecía, hacía calor, ella cerraba los ojos, él no dejaba de mirarla de arriba a abajo y estiraba más su pierna para que las rodillas dejaran de chocar y comenzaran a tocarse, ella parecía no darse cuenta.

-Hola, ya es muy tarde y una mujer tan hermosa no debería andar sola, tu marido debe estar esperándote preocupado- le dijo con seguridad.
Ella sorprendida pero amable le responde: -Bah, no creo que le importe mucho, ya debe estar bebiendo, siempre lo hace a esta hora cada viernes.
-Eres hermosa, ¿Qué tiene en la cabeza tu marido para preferir beber en lugar de estar contigo? Yo no lo haría.
-Gracias, pero hay cosas que cambian con los años, el amor no dura por siempre, el deseo menos. Hace veinte años seguro estaría aquí conmigo diciéndome lo que me estás diciendo ahora, yo también he cambiado. No soy la misma mujer de antes, la vida te va cansando y  de a poco te va matando, ni sus ojos ni los mios ojos brillan más.
-No mientas, yo veo el brillo de tus ojos, y fíjate bien en los míos justo ahora que te están viendo ¿no están brillando?. ¿Crees en el destino?
-Hace mucho que no creo en casi nada.  -Pues mira, creo que el destino nos puso aquí en este vagón,
 esta noche, somos dos almas perdidas que acaban de encontrarse. -No lo creo nene, podría ser tu madre. -Pero no lo eres...

Después de decir eso y sin pensarlo se abalanzo sobre ella besándola con fuerza, ella se resistió un par de segundos para entonces ceder y besarlo con las ganas contenidas por años, por siglos, dejándose llevar y sentirse mujer una vez más. El tren avanzaba estación tras estación siendo mudo testigo de esa pasión instantánea. No paso mucho para que él le subiera la falda y entrara dentro de ella  con la furia que ella jamás pensó volver  a sentir, siguieron así sin contenerse  mientras la noche mexicana se hacía madrugada y el tren avanzaba en un viaje eterno. Mientras esto sucedía en un cuarto de hotel de la misma ciudad la novia de él estaba engañándolo acostándose con su mejor amigo, y en el baño de su casa el marido de ella le mandaba un mensaje de texto a su amante de toda la vida: "Te amo, feliz día de San Valentín"...

martes, 11 de febrero de 2014

Miedos de muerte

Y de pronto dejas de respirar y mueres. A cada momento se crea vida y también se extingue. La muerte es implacable, no llega ni antes ni después. Somos muy inocentes al creer que podemos engañarla, es imposible. Hace un par de días manejé mi auto lo más rápido que pude intentando salvarle la vida a un cachorro agonizante. Llegué a la clínica veterinaria "a tiempo" e hice junto con la doctora de animales todo lo posible para que siguiera vivo. Se murió en mis manos, no sin antes mirarme con sus pequeños ojos y tocar con su lengua mis dedos, terrible sensación la de estar justo al momento en que un ser vivo muere, difícil de describir: es como si "algo" se desprendiera del cuerpo, quizá eso sea el alma, la piel se pone rígida, las pupilas desaparecen, un olor muy particular emana del cuerpo,espero no vivirlo nuevamente. La vida es hermosa, efímera y frágil, un desperdicio quién no sabe vivirla, no dije "aprovecharla", eso es cuestión de enfoques, la vida se hizo para beberla completa, sin ningún temor ni recato, exprimir cada jugo de dicha y tragedia, saber saborearla. Me temo que cuando uno comienza a comprender la existencia es porque estará cerca el final.Ahora pienso que en cualquier momento puedo morir y que vivimos en constante riesgo, pero, ¿La belleza de la vida no radicará en que se puede terminar ahora mismo?¿No es su fragilidad la razón principal para no dejarla de vivir? hay quién seguramente quisiera ser eterno, no es mi caso. Lo que es cierto es que no tengo miedo de mi propia muerte, tengo miedo de vivir lo suficiente para ver a quienés quiero morir, asi sean animales, o humanos...

martes, 4 de febrero de 2014

Chica en loquecida, en tiempos cánidos.

Hay una chica enloquecida que se empeña en convercerme de ir a beber café, mientras le respondo que estaría bien volver a ver sus ojos pero con una cerveza bien fría en mi mano. Cada quién encuentra su manera de sortear las emociones fuertes. Una vez más digo: Muy bien, vamos a vernos cuando bien se que no debería hacerlo, pero en muchas cuestiones  siempre me he comportado como un hombre débil, ejemplos sobran: No pude decirle que no es buena idea volver a vernos a una chica que se encargó de amargarme la segunda mitad del año pasado; y tampoco pude pasar de largo y cerrar los ojos al encontrarme una caja con cinco cachorritos abandonados, me los he llevado a casa y ahora estoy metido en un tremendo embrollo ya que soy (aunque no lo parezca) un tipo sentimental que más de una vez se ha tenido que inventar alguna frase estúpida justo para distraer la atención y que nadie se de cuenta que ha llorado un poquito en alguna escena de una película de amor o tragédia. Ahora me he encariñado en menos de dos  dias con los perros y ya se como voy a sentirme el día en que tenga que regalarlos porque mi conciencia y sobretodo mi bolsillo no me permiten conservarlos por demasiado tiempo.  Llamo a casa, y me dicen que uno de los perritos está enfermo, soy para muchas cosas un hijo de la chingada pero en estas cuestiones me pongo sensible. La culpa debe ser de mi madre que me ponía a ver Remy a sabiendas que casi religiosamente al terminar algun episódio trágico yo me ponía a llorar y le prometía que ya no lo iba a ver nunca más. Al otro día ahi estaba frente al televisor (sin control remoto) viendo la história de ese muchacho que nomás nunca pudo ser felíz. Masoquísmo puro, la vida es sufrimiento, siempre cuando todo está por salir bien "algo sale mal", bien lo se desde chiquito y más siendo hincha del Cruz Azul, todo mal.
Leí o escuché por ahi que para ser un chico malo hay que llorar bastante, uno anda por la vida con facha de rompemadres (y a veces tiene que hacerlo) pero no puede aguantarse las ganas de salvar animales inocentes de crueldades humanas, es quizá por eso que ya no me gusta el toreo, esos espectáculos no van conmigo. Uno va creciendo y cuando se da uno cuenta que  todas las cosas buenas  tarde o temprano se van acabando no hay mucho más que procurar apreciar de mejor manera las bellezas simples de la vida diaria.
Ahora escribo bien, sobrio y sin prisas, mañana quien sabe, uno a veces la pasa bien, otras mal, nada es permanente, por el momento debo ocuparme en salir ileso de esta aventura perruna, y de preocuparme menos por los tormentos del pasado, ni por las chicas que quieren de nueva cuenta el tiempo y atención que en su tiempo dejaron de lado, total, todo cambia, las cosas y las personas llegan y se van, los momentos ahí quedan, y hay quer brindar por eso.

Por cierto, chicas alocadas: Vuelvan siempre, no saben lo divertido que es verlas regresar...

lunes, 3 de febrero de 2014

Un día simple.

Hay días en que es mejor domesticarse. No esta mal, no modifica la esencia. No es un crimen guardar el instinto asesino en un cajón (citando una canción de Calamaro) y dedicarse por un tiempito a las cosas comunes y simples por las cuales vale la pena vivir. Los tiempos en que uno amanecía con los puños bien cerrados (ahora cito a Bunbury) por cuestiones de ego y territorio ahora son lejanos, ahora las batallas son reales y mucho más complejas. Las cartas han dejado de ser idílicas para convertirse en textos crudos y mucho más literales que figurados, las fantasías uno las vive en las nuevas almas. Hoy escribo rodeado de perros que me encontré abandonados en la calle,y no pude cerrar los ojos. También confieso que no he sido ni el mejor hijo, ni el mejor hermano, mucho menos el mejor novio ni la mejor persona que puedo ser, pero jamás podría hacerme el loco ante actos aberrantes como abandonar animales inocentes. Puedo tolerar muchas cosas, y he cometido actos que no sería conveniente escribir,pero aprovechar ventajas contra seres indefensos me parece pecado mortal, no quiero ser condenado por eso.
Hoy escribo este textito corto porque no hay mucho que agregar, siempre es más fácil extenderse en histórias oscuras de finales torridos llenos de morbo que en momentos simples como escribir de cotidianidades perrunas. Por el momento estoy tranquilo, rodeado de chicas y cachorros, cuidando y haciendo planes, hoy tengo suerte, no cabe duda que Dios cuida a sus ovejas descarriadas.