Este país está en llamas, ni las lluvias de todos los días pueden apagar el fuego que se expande sin control sobre todo y sobre todos. Abundan los mensajes de esperanza y falso optimismo en la televisión, poco que creer, las poses sonrientes de los políticos se asemejan más a muecas perversas que a sonrisas sinceras. Ni hablar, la buena fortuna no es el común denominador en estos tiempos donde el mundo no termina por acabarse y por el contrario agoniza en altas y bajas; en corrientes escandalosas que arrasan lo que pueden sin distinción aunque con una morbosa predilección por aquellos más jodidos. Se respira violencia, y no es algo lejano que "le pasa a otros", en un mal día cualquier cosa le puede pasar a cualquiera. Es raro pero la mayoría se acostumbra a vivir así, y me parece que ese es el error, "acostumbrarse" al miedo y a la incertidumbre del día a día, ¿ llegaré a casa?¿alcanzará la plata?¿conservaré el empleo? esas y muchas más preguntas sin respuesta, convierten la vida es un eterno volado donde no hay opción más que confiar en la suerte y sonreír resignandonos porque "nos tocó nacer en México". Me niego a vivir de esa forma, confío en sobrevivir y salir ileso sin perder el código elemental de No joder al prójimo. Tan sencillo como eso.
este en cambio me parece mas profundo y mas completo...
ResponderEliminarel final es simplemente chido... "sin perder el código elemental de NO joder al prójimo. Tan sencillo como eso"
este si me gusto mucho pa que veas ;)